martes, 18 de enero de 2011

Las piezas que más se rompen en el coche 2

Siguiendo con nuestro extenso resumen de averias más comunes nos encontramos ahora con la distribución, como sabeis se trata de la correa o de la cadena que emplean todos los motores, tanto los diésel como los gasolina, y está para cordinar el momento de apertura y cierre de las válvulas del motor con las diferentes posiciones de los pistones.


En un principio si el motor lleva cadena debería durar toda la vida aunque no cuesta nada hacerle alguna pequeña revisión  y realizar un mantenimiento básico, por otro lado si el motor lleva correa lo más aconsejable es sustituirla cada 120.000 km de media. No tiene porque averiarse, pero hay que reconocer que si lo hace resultará una operación de mantenimiento importante. Si por mala fortuna del destino se nos rompiera, lo mínimo que nos puede pasar es que el motor deje de realizar su función y no arranque, pero por regla general conlleva una seria averia cuya reparación puede oscilar cerca de los 2.000 euros. La correa normalmente también se deteriora con el paso del tiempo, por esa misma razón si recorreis pocos kilómetros con el coche siempre es aconsejable sustituirla antes de que alcance su kilometraje.

Otra de las piezas de nuestro coche que también sufre bastantes averias es el inyector, cuya función es la de introducir el combustible en los cilindros, esta pieza se utiliza tanto en motores diésel como en gasolina, pero hay que reconocer que los de los motores diésel son bastante más delicados que los de gasolina y esto se debe sencillamente porque trabajan a una presión muy superior, y por ese mismo motivo son los que más fallan. Suelen durar toda la vida y su avería se produce cuando se obstruye o pierde presión, en el caso de averiarse notaremos como falla el motor y al mismo tiempo perderemos rendimiento. Un pequeño consejo para evitar este tipo de contratiempos, con sustituir el filtro de combustible sobre los 30.000 kms en un principio no tendría porque darnos sorpresas.

El embrague es otra pieza del motor que también suele dar alguna sorpresa que otra sin contar el coste que supone este tipo de averia. Como sabeis este sistema va intercalado entre el motor y la caja de cambios para que podamos cambiar de marcha o detenernos sin necesidad de desconectar el motor. Según las garantías de los fabricantes, su vida media no debería ser inferior a los 100.000 kms. La averia de esta pieza se produce especialmente por desgaste aunque también influye mucho el tipo de conducción y en el tráfico urbano que es donde más se utiliza. Si se desgasta notaremos que el motor se revoluciona al acelerar sin que el coche avance con la fuerza habitual hasta que finalmente no podamos circular. Una forma de alargar la vida de esta pieza es por ejemplo evitar sujetar el coche a medio embrague en las cuestas y hacerlo con el freno, y otra forma es evitar tenerlo presionado con alguna marcha puesta en los semáforos. Si soleis realizar este tipo de conducción debeis saber que podeis llegar a acortar la vida del embrague hasta en un 50 por ciento.

Vamos a ver ahora el turbo, como sabeis este elemento mecánico emplea la fuerza que generan los propios gases de escape al salir del motor para introducir, a través de una turbina, aire fresco a presión en el interior del motor aumentando así su rendimiento. Hay que reconocer que se ha concertido con el tiempo en un sistema muy común en los diésel y se está implantando cada vez más en los gasolina. Su pronóstico de vida es muy largo y suele averiarse porque se genera carbonilla en el interior de su mecanismo, esto finalmente termina por romperlo. Si finalmente termina averiándose el motor perderá gran parte de su rendimiento y no podremos continuar la marcha. Para evitar este tipo de contratiempos con el turbo, es aconsejable que mantengais el coche a ralentí durante un minuto despues de haber realizado un trayecto largo por carretera, de esta forma evitaremos que se forme carbonilla en los ejes de la turbina.


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