En primer lugar y a modo de pequeño homenaje, hay que reconocer que la dirección hidráulica ha sido sin duda alguna uno de los avances tecnológicos que se ha llevado a cado en el mundo de la automoción, y decimos esto porque como ya sabeis, hasta el momento de su llegada todos los conductores tenían que hacer una fuerza realmente exagerada sobre el volante para poder girar las ruedas, especialmente en parado.
Dicho esto entramos un poco más en detalles, su funcionamiento se produce mediante una bomba que presuriza el líquido y lo envía a la caja de la dirección. La dirección asistida electrohidráulica se basa en la anterior, pero hay que dejar bien claro que se diferencia en que la bomba que genera la presión funciona por medio de un motor eléctrico, que en parado o a baja velocidad se incrementa el bombeo para poder proporcionar más asistencia.
Lo que si que está claro, es que la integración de esta última ha sido posible gracias a las unidades de control en el bus de datos CAN y también ha permitido aumentar el número de asistentes en materia de seguridad como por ejemplo; los de mantenimiento de la trayectoria con función de corrección en el propio volante entre otros más.
Por todo ello, estamos absolutamente seguros que tan sólo es cuestión de tiempo para que la dirección electromecánica acabe implantándose poco a poco en la gran mayoría de los modelos nuevos que irán saliendo al mercado.
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