A grandes líneas estamos hablando de un GT3, si es que queremos fijarnos en la esencia de este Porsche 911 R. Y es que, entre sus características más globales, como ya adelantábamos, nos encontrábamos de nuevo con el cambio manual para domar un motor atmosférico, lo que siempre han adordado los puristas. Sin embargo, sin ese enorme alerón y con una línea más suave, o mejor dicho… más clásico.
El Porsche 911 R llegará en el Salón de Ginebra
Este mismo año, en el Salón de Ginebra, la firma de Stuttgart, devolverá a los puristas lo que anhelan de los 911 con una versión especial. El problema de este Porsche 911 R, sin embargo, es que se espera de él que sea tan solo una edición limitada, y el período de reservas para el modelo podría comenzar tan pronto como el próximo Salón de Ginebra.
Por lo tanto, bien por Porsche y para los puristas, pero a medias. Y es que las exigencias de la normativa contra las emisiones contaminantes fuerzan a Porsche, y al resto de fabricantes, a ceder al downsizing y los bloques motor más pequeños. Para contrarrestar estos cambios, la mayoría de ellos están introduciendo turbo alimentación, lo que permite desarrollar una mayor potencia, mantener unas excelentes prestaciones, y cumplir en la homologación.
Efectivamente, la llegada del turbo a la familia Porsche 911 sigue garantizando unas prestaciones punteras y además ha permitido reducir consumos. Pero un modelo como este, el Porsche 911 R, es lo que cualquier purista habría soñado que se mantenga siempre en el catálogo del fabricante de superdeportivos.
Via - testcoches.es
Este mismo año, en el Salón de Ginebra, la firma de Stuttgart, devolverá a los puristas lo que anhelan de los 911 con una versión especial. El problema de este Porsche 911 R, sin embargo, es que se espera de él que sea tan solo una edición limitada, y el período de reservas para el modelo podría comenzar tan pronto como el próximo Salón de Ginebra.
Por lo tanto, bien por Porsche y para los puristas, pero a medias. Y es que las exigencias de la normativa contra las emisiones contaminantes fuerzan a Porsche, y al resto de fabricantes, a ceder al downsizing y los bloques motor más pequeños. Para contrarrestar estos cambios, la mayoría de ellos están introduciendo turbo alimentación, lo que permite desarrollar una mayor potencia, mantener unas excelentes prestaciones, y cumplir en la homologación.
Efectivamente, la llegada del turbo a la familia Porsche 911 sigue garantizando unas prestaciones punteras y además ha permitido reducir consumos. Pero un modelo como este, el Porsche 911 R, es lo que cualquier purista habría soñado que se mantenga siempre en el catálogo del fabricante de superdeportivos.
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