En su parte delantera, el rombo emblema de la marca esconde la toma eléctrica para recargar las baterías, sus faros en cambio, son una de las cosas que según nos consta van a ser modificados en el coche de producción, y tampoco llevará techo traslúcido.
Este modelo ya está en la fase previa a su entrada en producción ya que su diseño exterior está totalmente decidido, el cual sigue siendo el mismo que el que se pudo ver en octubre de 2010. Su carrocería no deja de ser convencional en ningún momento ya que según asegura el directora de este proyecto Dominique Lucas, este vehículo debe cumplir con la normativa de protección de ocupantes y pasar las pruebas de choque, y por otro lado, no se ha querido de alguna forma romper muchos moldes ya que la finalidad es que estos primeros coches eléctricos lo sigan pareciendo, prescindiendo de cualquier tecnología relacionada con voluminosos motores de combustión interna.
Aún en fase de prototipo, este vehículo ha demostrado tener una gran capacidad de aceleración, ya que consigue acelerar de 0 a 100 kms/h en 8,1 segundos, y el motor del coche definitivo según comenta el director de desarrollo del Zoe será un Fase III, la última evolución que prepara la firma que ofrecerá una potencia de 80 CV.
Aunque no se sabe con exactitud todavía, este coche ofrecerá una autonomía de unos 200 kms, y su tiempo de recarga será de media hora si se opta por el sistema trifásico de carga rápida, y entre seis y ocho horas si se utiliza la corriente eléctrica para este propósito. A este respecto, la firma asegura que no será necesario reforzar las instalaciones de las viviendas, puesto que el tirón de la recarga de un coche como el Zoe no superará los tres kilowatios. En Renault están convencidos de su éxito, además, los costes de utilización serán realmente muy bajos.
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