¿Conoces las consecuencias del efecto túnel?

La conducción es una tarea que normalmente realizamos cada día y en la que pasan desapercibidas situaciones como el efecto túnel. Esto ocurre cuando nuestra visión se va reduciendo al aumentar la velocidad a la que circulamos. Por lo tanto, si el coche va muy rápido, obviaremos el entorno y los ojos se centrarán en un ángulo mucho más reducido del horizonte.



Lo cierto es que el efecto túnel nos acompaña en la conducción, puesto que es inevitable. Aunque sí podemos actuar para hacer que no nos afecten tanto sus consecuencias. ¿Cómo? La manera es sencilla: cumpliendo con los límites de velocidad. Según un estudio del RACC, el 15% de los conductores conduce a una velocidad superior a la permitida de manera habitual.

Circular a velocidades muy altas conlleva un menor control del vehículo, una menor percepción del entorno (efecto túnel) y, necesariamente, una mayor distancia de frenado, entre otros. Cuando vamos en un automóvil a velocidades altas, tendemos a actuar peor ante una situación de imprevisto que nos surja en nuestro entorno periférico. Esto se debe a que ese ángulo de visión lo estamos perdiendo al avanzar muy deprisa. Con lo cual, el conductor es capaz de detectar menos riesgos por lo que su capacidad para reaccionar se ve mermada de forma grave.

Además, según advierte la Dirección General de Tráfico (DGT) cuando circulamos a velocidades altas y sufrimos el efecto túnel también es más fácil que otros factores psicológicos nos afecten. Entre ellos, se puede mencionar la aparición de la fatiga al volante, estrés, temeridad y una tendencia mayor a distraerse.

La solución para evitar las consecuencias del efecto túnel pasa por adaptar la velocidad a la vía por la que circulamos y hacerlo siempre a una velocidad moderada. Tal y como estima la DGT, el aumento de un 5% en la velocidad tiene como consecuencia una subida de un 20% en los accidentes con víctimas mortales aproximadamente.

Via - blog.ibericar.es