lunes, 14 de marzo de 2011

Volvo S80: Un coche que madura atractivamente

En la última actualización que recibió la gama S80 se centra básicamente en una nueva calandra con el logotipo de la marca sobredimensionado, así como los remates metálicos para las tomas de aire, estribos de las puertas y base de los grupos ópticos traseros.


También es cierto que por primera vez en la vida de este coche, el propio comprador puede optar al chasis convencional o sport, El segundo se ha dirigido fundamentalmente a los clientes más exigentes desde el punto de vista dinámico.


El chasis sport dispone de unos muelles más duros y más cortos, rebaja la altura del eje delantero en dos centímetros y la del trasero en uno y medio. Además, los amortiguadores tienen mayor capacidad de absorción, tanto en compresión como en extensión, y las barras estabilizadoras son de mayor diámetro. Para redondear el círculo, la suspensión sport tiene un sistema de autonivelación de serie, a lo que añade una dirección de tacto más firme y, opcionalmente, la amortiguación adaptativa Four-C con tres modos de ajuste.


En su interior, el fino trabajo realizado en sus acabados y la excelente calidad de sus materiales lo dice todo, y la consola al aire se ha enmarcado en aluminio, también se han remodelado los paneles de las puertas y la instrumentación, en el volante se observa su esfera interior presidida en aluminio.

En su día Volvo remodeló totalmente su motor de cinco cilindros de 185 CV denominado D5 y bajo la misma nomenclatura desarrolla ahora 205 CV de potencia. Ello se debe fundamentalmente al uso de dos turbocompresores que trabajan de modo secuencial y son de diferente tamaño. Ambos producen una sobrepresión de 0,8 bares. El más pequeño funciona a bajas revoluciones, por tener menos inercia, mientras que el grande lo hace cuando el motor gira a regímenes más elevados, aunque en un instante el funcionamiento de los dos se superpone.

Debeis saber que el uso de dos turbos tiene la ventaja de que los gases de escape circulan con mayor facilidad por la tubuladura, lo que permite paralelamente rebajar los consumos y las emisiones de CO2. Una de las cosas que más llaman la atención es la reducción de la sonoridad de funcionamiento del motor, en lo que mucho tiene que ver el uso de inyectores piezoeléctricos para el raíl común de alimentación. No sólo ahorran combustible, sino que con los hasta siete inyecciones por ciclo de combustión rebajan las vibraciones y sonoridad a niveles de un seis cilindros de gasolina.

Disponible en dos motorizaciones diesel, la primera es la versión S80 5D de 2.4 litros que desarrolla una potencia de 205 CV a 4.000 rpm y un par máximo de 420 Nm de 1.500 a 3.250 rpm. Consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 9,5 segundos y su velocidad máxima se sitúa en los 225 km/h.

La versión S80 2.4D dispone de un motor 2.4 litros que desarrolla una potencia de 175 CV a 4.000 rpm y un par máximo de 420 Nm de 1.500 a 2.750 rpm. Consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y su velocidad máxima se sitúa en los 215 km/h. Ambos van asociados a una caja manual/automática de seis velocidades.

En cuanto a sus dimensiones, su longitud alcanza los 4,85 metros, su anchura 1,86 metros y su altura 1,49 metros. Su batalla alcanza los 2,8 metros y su peso es de 1.565 kg.

Su precio arranca desde los 37.700 euros de la versión S80 2.4D Kinetic hasta los 58.000 euros de la versión S80 D5 Executive.






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