En los atascos de coches las mujeres se estresan menos

En esta ocasión y según los datos publicados hasta el momento sobre los atascos que sufren los coches, se ha llegado a la conclusión final de que el 67 por ciento de las mujeres y el 50 por ciento de los hombres entrevistados no se han sentido nunca estresados tras haber estado más de 20 minutos al volante en cualquier tipo de atasco. Nosotros no hemos realizado nunca ningún tipo de estudio en este sentido, por esa misma razón discrepamos sobre este tema por todo lo que podemos ver en este sentido.

 

Por esa misma razón respetamos las pruebas que ha realizado la empresa de navegadores Tom Tom (aunque hubiéramos preferido realizar nuestro propio estudio sobre el tema, pero desgraciadamente no siempre disponemos del tiempo que nos gustaría tener), y en la que se refleja según ellos que el tráfico denso de coches genera siempre gran estrés psicológico en los conductores, y que los hombres llegan incluso a sufrir hasta siete veces más ese incremento de la tensión que las mujeres, (estamos hablando de un porcentaje de un 60 por ciento frente a un 8,7 según este estudio).

Por otro lado, y aunque los conductores en este tipo de situaciones pueden incluso no ser conscientes de los efectos, hay que tener muy claro que el hecho de permanecer expuesto a una situación prologanda cuando hay un tráfico denso, puede incluso aumentar la presión sanguínea, así como subir el nivel de azúcar en sangre y llegar a pronunciarse en forma de mareos, sin olvidar los problemas que también pueden ejercer a la hora de poder respirar, y los dolores musculares o de pecho, además de provocar (como suele ser habitual en la mayoría de los casos) un comportamiento agitado y conducción muy errónea a la que acostumbramos a realizar.

Insistimos en lo mismo, siempre os aconsejamos prudencia al volante, el hecho de alterar nuestra propia conducta al volante no nos va a servir en caso de encontrarnos en un atasco, de que éste desaparezca en menos tiempo, un atasco siempre es un atasco, y sólo nos queda armarnos de paciencia y tomarnoslo con el mejor humor psible (porque el refrán ya lo dice, ho hay mal que por bien no venga) y los refranes siempre son sabios.

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