Modificar la presión de los neumáticos: Ventajas e inconvenientes

Hay quienes van probando diferentes presiones en los neumáticos hasta que aseguran encontrar la presión que más les convence. En este aspecto hay que tener mucho cuidado porque realizar cualquier alti-bajo en la presión de nuestros neumáticos puede conllevar unas consecuencias desagradables si no lo hacemos con mucho cuidado.

 

A nuestro modo podemos influir en el comportamiento de nuestro coche si modificamos las presiones entre el tren delantero y el trasero, nunca debe hacerse entre el lado derecho y el izquierdo. De todos modos, siempre se aconseja atender a las recomendaciones que nos facilita el fabricante ya que los neumáticos han sido probados previamente en diferentes condiciones para conseguir el mejor equilibrio posible.

La modificación de la presión afecta en dos puntos concretos, los efectos que causa en los propios neumáticos y los efectos que puede causar en el vehículo. En un principio, un neumático demasiado bajo tiene una probabilidad mayor de reventarse ya que al estar más banda de rodadura en contacto con el asfalto se calienta que otro con la presión adecuada. El desgaste es mayor en las zonas exteriores de la banda de rodadura, y la posibilidad de desllantar también se incrementa. Si por el contario nos excedemos en la presión, además de afectar negativamente al confort de la marcha, provoca desgaste en un procentaje bastante elevado en el centro de la banda de rodadura.

En cuanto al comportamiento del vehículo y siempre partiendo de las presiones mínimas que recomienda el fabricante, se puede incrementar unas décimas las del tren delantero o las del trasero, pero nunca bajar las presiones por debajo de las recomendadas. Si aumentamos la presión unas décimas más las delanteras conseguiremos que el coche subvire menos, con ello se consigue entrar algo mejor en las curvas. Por el contrario, si incrementamos ligeramente las presiones del tren trasero, lograremos que nuestro coche vaya más sujeto del tren trasero, lo que disminuirá el sobreviraje.

De todos modos, para conseguir estas pequeñas ventajas hay que aumentar las presiones muy poco, y siempre comprobando que el coche no reacciona de forma poco segura.