martes, 23 de noviembre de 2010

Bentley Mulsanne

Queda claro que ser el propietario de esta majestuosa berlina está reservado sólamente a un grupo minoritario de millonarios que existen por el mundo, no obstante, lo que si está al alcance de todo el mundo es el poder pensar que conducir este Bentley tiene que ser un pleno disfrute en cada kilómetro.



El comportamiento de este vehículo, hablando en términos generales, se puede calificar de intachable teniendo en cuenta su tamaño y especialmente su peso. Para conseguir esta perfección dispone de un sistema electrónico que se maneja desde la consola central y actúa sobre la dureza de la suspensión neumática y la mayor o menor sensibilidad de la dirección, con tres niveles de reglaje más un cuarto que permite personalizar la combinación entre dichos elementos.


Para no salir del asombro, cada unidad "básica" de este modelo suele tardar en fabricarse sobre una media de 500 horas, este tiempo siempre se puede incrementar dependiendo de los extras que se le puedan añadir. Para que os hagais una idea, un coche normal suele tardar en fabricarse poco más de veinte horas.


Otro asombroso punto a tener en cuenta es su motor, que está montado a mano y firmado por el operario que se ha ocupado de él, sólo para el ensamblaje se necesitan unas 30 horas. Esta brutal mecánica gira habitualmente a muy pocas revoluciones, casi siempre suele ir por debajo de las 2.000 rpm salvo que apuremos de forma voluntaria el momento del cambio.


En su interior, el cuero natural de la tapicería procede de un mismo paño para que no haya diferencias de tonalidad y ha sido cuidadosamente seleccionado. Algo similar sucede con el proceso de la madera, ya que su salpicadero está fabricado de una sola pieza y el resto mantiene la uniformidad de la veta, que está cortada con mucha delicadeza de un tronco único. Sus plazas posteriores ofrecen un espacio descomunal, con unos asientos eléctricos que son capaces de reclinarse al estilo de la clase business de un vuelo trasatlántico. El cosido a mano del volante se prolonga hasta las 15 horas y pasan cinco semanas desde que el tronco de madera en bruto se convierte en pulidas láminas simétricas para forrar el habitáculo.

En cuanto a su motor: debajo del capó alberga 6.7 litros gasolina de 8 cilindros en V con dos turbocompresores que le permite desarrollar una potencia de 512 CV y un increíble par de 1.020 Nm a 1.750 rpm. Con esta mecánica que va asociada a un cambio automático ZF de ocho velocidades consigue alcanzar los 296 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en sólo 5,3 segundos. Su consumo medio es 16,9 litros a los 100 km y sus emisiones de CO2 se sitúan en 393 gr/km.

Sus frenos delanteros son discos ventilados de 400 mm, y los traseros discos ventilados de 370 mm. Su suspensión es neumática delantera de doble triángulo, y la trasera es de multibrazo.

Su peso alcanza los 2.585 kg, su longitud es de 5.575 mm, su anchura 1.926 mm, su altura es de 1.521 mm, y su batalla es de 3.266 mm. 

Este lujoso modelo desgraciadamente sólo está al alcance de unos pocos que se pueden permitir desenbolsar los 319.500 euros de su precio. No os perdais el video donde podreis ver todo el proceso de su construcción.

 


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