En esta ocasión volvemos a responder a una duda que nos plantea otro amigo del blog. Antes que nada y para empezar, según nuestra experiencia queremos dejar bien claro que el mejor momento para adquirir un coche usado o de segunda mano, es sin lugar a dudas cuando han transcurrido entre dos y cinco años desde la primer fecha de matriculación, ya que en la mayoría de las ocasiones se puede considerar que el vehículo aún mantiene óptimas sus prestaciones mecánicas y por eso es de entender que el kilómetraje en un principio no influirá de forma negativa.
Por otro lado, según la situación en que se encuentre el coche hablando en términos generales, podríamos decir que su precio puede verse incrementado si por ejemplo:
- Dispone de extras o de algunas mejoras, así como de elementos que no se incluyen de serie como el GPS, equipo de musica, llantas nuevas, neumáticos etc.
- Si tiene un buen historial de tráfico, y con ello queremos decir que no ha recibido nunca golpes ni ha tenido ningún accidente, esto también juega mucho a su favor.
- También está muy considerado el hecho de que haya superado con éxito todas las revisiones de la ITV.
- Por último y no menos importante, si cuenta con un libro de mantenimiento en el que se pueda comprobar que ha cumplido con las fechas y revisiones estipuladas por el propio fabricante.
Por otro lado, del mismo modo que puede incrementar su precio por según que factores, su precio final también puede disminuir por otros factores como:
- Ante todo por la edad del propio vehículo según su matrícula.
- Por la cantidad de kilómetros, si sobrepasa una relación años/kilómetros puede ver mermado y mucho su precio.
- Otro factor que juega y mucho en su contra y por tanto pierde mucho valor, es si su consumo es realmente elevado tanto de combustible como de aceite, ya que como sabeis hay modelos diesel por poner un ejemplo que por la actuación del turbo pasan a quemar bastante aceite.
Estos tres puntos que acabamos de detallar si se producen en cantidad, son sin duda alguna los que más infuirán en el descenso del precio final. No obstante, también debeis saber que no siempre se cumple cumplen estas reglas, porque finalmente lo que realmente vale es la decisión final que se toma entre el vendedor y el comprador.
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