
Ocurrió este lunes, según informaron hoy fuentes del Instituto Armado. El joven, de 24 años, iba al volante de un coche que había sido robado en la capital aragonesa. Cuando circulaba por la N-232 se saltó un semáforo en rojo y chocó contra otro vehículo que resultó ser una patrulla de la Guardia Civil. El coche policial iba con un único ocupante, su conductor, un agente que lo primero que hizo fue comprobar que no había víctimas y apresurarse a señalizar el punto del accidente para evitar que otros conductores pudieran sufrir un percance.
Unos cincuenta metros más allá del lugar de la colisión, el coche que había provocado el siniestro había quedado parado. En él viajaban el conductor, de 24 años, J.R.H.J., y su acompañante, un hombre de 47 años. Los dos son españoles y vecinos de Casetas.
Via - abc.es
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