En esta versión SRT10 ACR se pueden llegar a apreciar unas cuantas diferencias respecto a la versión SRT10, estaríamos hablando por ejemplo del nuevo tratamiento aerodinámico del morro, en el que se puede apreciar que destacan las salidas de aire múltiples sobre el capó, que le permiten evacuar un mayor volumen de aire mejorando así el flujo para la alimentación y la refigeración del motor.
En su parte posterior o trasera tal y como podemos apreciar en la imagen, dispone de un alerón ajustable con el acabado natural de la fibra de carbono sin pintar, al igual que el spoiler de debajo del faldón delantero. Todas estas modificaciones aeronáuticas que se hicieron en su día han conseguido que este Viper aumente alrededor de un tercio en cuanto a fuerza de sustentación frontal, a la vez que mejora el agarre lateral del coche.
En su interior, podríamos decir que por su carácter ofrece un ambiente más bien racing, a pesar de ello dispone de todos los elementos de equipamiento y confort habituales en un superdeportivo actual. No obstante, si alguien prefiere la pureza de la competición se puede solicitar en opción que se eliminen algunos elementos como el equipo de sonido y altavoces, y también los revestimientos aislantes del habitáculo, reduciendo su peso total en 18 kg.
Hablando de mecánica, sigue teniendo como argumento central su masivo e impresionante motor V10 de 8,4 litros que consigue desarrollar una potencia de 600 CV y un inmenso par de 760 Nm. Su caja de cambios es una robusta Tremec T56 manual de seis velocidades la cual transmite la potencia a las ruedas traseras mediante un diferencial de viscosidad variable con deslizamiento limitado.
En cuanto a sus dimensiones se refiere, su peso es de 1.552 kg, su longitud alcanza los 4.459 mm, su anchura es de 1.911 mm y su altura es de 1.210 mm. Su precio sigue siendo inferior a los 100.000 dólares.
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