domingo, 21 de noviembre de 2010

Citroën C5 Airscape

Podríamos decir que si hay un calificativo que pueda resumir la imagen de este descapotable de Citroën es sin duda el de elegante. Su carrocería está muy bien estilizada y goza de una silueta afilada de cierta inspiración germánica que sugiere poderío y proporciones muy equilibradas llenas de buena clase.



En su frontal, tal y como podemos apreciar en la imagen, dispone de una impresionante toma de aire bajo la matrícula que al mismo tiempo enmarca unos grupos ópticos muy diseñados, muy amplios y estirados hacia las aletas delanteras, es indudablemente otra de las miradas de la firma. Sobre el capó y línea de hombros, sendas nervaduras subrayan la sensación de poderío de este modelo, al tiempo que ponen de manifiesto la fluidez de su perfil, aspecto potenciado por la nueva concepción de los tiradores de sus puertas.


En la zaga, la posición elevada de los faros aporta un toque de elegancia no exento de funcionalidad, ya que mejora su capacidad para ser vistos por otros conductores al tiempo que garantiza su integridad en el caso de colisiones por alcance.


En su habitáculo se podría hacer de alguna manera todo un homenaje a la calidad, con abundancia de materiales nobles finamente trabajados con el máximo mimo. En sus cuatro asientos se ha buscado la sensación de amplitud y un guiño a la industria relojera, cuyas más exclusivas correas son las encargas de inspirar la forma de los asientos. El cuero y el cromo se alternan en el cuadro de mandos hasta conseguir un tacto único en el que el conductor se siente privilegiado. El volante es fijo en su área central, la zona donde se encuentran agrupados todos los mandos de confort y ayuda a la conducción, como el regulador-limitador de velocidad, audio y ordenador de a bordo.


Está claro que este modelo ha sido diseñado para conseguir disfrutar de las sensaciones de conducción, y de rodar sintiendo el aire en la cara, eso si, siempre con un impacto sostenible en el medio ambiente. Para ello se ha afinado al máximo el conocido propulsor HDI V6 2.7, que dispone de un filtro de partículas y un sistema de ahorro de combustible denominado Urban Hybrid, que es un elemento de apagado automático del motor cuando la velocidad del coche baja de 6 km/h y el pedal de freno se encuentra pisado, el motor vuelve a conectarse cuando el conductor levanta el pie del freno. Es un paso más en la evolución del ya conocido sistema Stop & Start del que ya hace tiempo disponen modelos de producción y que puede llegar a reducir el consumo urbano hasta en un 10% y que mejora el agrado de vida a bordo al reducir vibraciones y rumorosidad, permitiendo que los ocupantes se concentren sólo en el disfrute del viaje.


A lo que a su motor se refiere: debajo de su capó alberga un 2.7 litros Turbodiesel common rail HDI de seis cilindros en V a 60º que ofrece una potencia de 204 CV a 4.000 rpm y un par de 44,9 mkg a 1.900 rpm.


Su tracción es delantera con cambio automático de seis velocidades. Su suspensión delantera es independiente McPherson con triángulo interior y la trasera es multibrazo. Sus frenos son de disco ventilados delante y macizos detrás.







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