miércoles, 17 de noviembre de 2010

Lamborghini Reventón

Podríamos calificar a este impresionante deportivo de igual modo que a las piedras preciosas, pero sólamente por su escasez de modelos fabricados porque a lo que se refiere al resto de aptitudes queda sobradamente demostrado que va más que sobrado. Su especial atractivo nace de la rotundidad de sus líneas y también de la atronadora sonoridad que produce su V12, sin olvidar su ausencia total de limitaciones que literalmente se consideran dentro de lo que es correcto.



Con tales argumentos podríamos decir que el Lamborghini Reventón es sin duda algo más que una serie limitada, ya que se puede decir que es un automóvil con características propias que lo convierten en radical, extremo, efectivo y poderoso como los mejores deportivos que llevan también el toro en el emblema frontal.


En cuanto a las diferencias respecto a su inspirador el LP640 son percepcibles ya en su exterior (en un exclusivo tono gris-verdoso mate) realizado integramente en fibra de carbono, con paneles de material compuesto que se pegan y fijan al chasis multitubular que subrayan un estilo afilado lleno de poderío y dinamismo que exagera las proporciones. Las superficies de bordes afilados apuntan de algún modo a un estilo minimalista, con cada elemento creado señalando una función y huyendo claramente de componente ornamentales o decorativos, con la carrocería cuidadosamente trabajada en el tunel del viento de forma que se evite la necesidad de soportes aerodinámicos sobre la carrocería. El flujo se canaliza desde el spoiler delantero hacia atrás en una doble función que no es otra que refrigerar los inmensos frenos y pegar literalmente la carrocería al suelo a altas velocidades.




En su interior la labor de personalización termina siendo uno de sus mayores dotes de expresividad. No debemos olvidar que inspirado por la moderna aeronáutica tanto por estilo como por ambientación cromática o por ser la expresión máxima de tecnología, velocidad y eficacia al límite. La fibra de carbono que se aprecia en su interior, el revestimiento del volante y bacquets en piel vuelta o un cuadro de instrumentos específico evidencian sin lugar a dudas lo especial de esta realización.

Su peso es de 1.665 kg y sus dimensiones son de 4.700 mm de largo, 2.058 mm de ancho y 1.135 de alto. Su suspensión tanto la delantera como la trasera son de paralelogramo deformable. Dispone de amortiguadores hidráulicos y muelles coaxiales, doble muelle y amotiguador por rueda. Sus frenos son de disco ventilados en ambos ejes (380/355 mm), cerámicos opcionales (380 mm). Su transmisión es integral permanente con diferencial central viscoso (reparto inicial 30/70%) con cambio manual de seis velocidades.

Hablando de su motor, debajo de su capó alberga el espectacular V12 de 6,5 litros, realmente impresionante por su rendimiento de 100 CV/litro (total 650 CV), y también impresionante por su capacidad de girar a regímenes propios de coches de carreras y su no menos impresionante por su atronador rugido peculiar. Su empuje se distribuye entre las cuatro ruedas gracias a la labor de un diferencial central viscoso que, en función de las necesidades puede llegar a enviar toda la fuerza del propulsor a un único eje, partiendo de un reparto inicial de 30% al tren delantero.

Con todos estos argumentos y con una relación potencia de apenas 2,56 kg/CV no es nada extraño que consiga acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 3,4 segundos y que consiga alcanzar los 340 km/h de velocidad máxima.

Cuando se realizó la serie limitada, su precio era de un millón de euros más impuestos. Seguramente con el tiempo su precio se revalorizará y se convertirá en una auténtica joya muy codiciada por unos pocos.




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