Este pequeño deportivo tal y como podemos apreciar incorpora un kit aerodinámico que está compuesto por unos paragolpes delanteros con entradas de aire ensanchadas, también se le ha dotado de una gran toma de aire en el capó para conseguir una mejor refrigeración del motor, sin dejar de lado las taloneras en la parte inferior de las puertas las cuales cumplen una buena función estética, intermitentes integrados en los retrovisores, un aleron más grande sobre la luneta trasera y una doble salida de escape.
Esta versión deportiva del Mazda 3 sólo se ofrece con un cambio manual de seis velocidades y tracción al eje trasero, además, adapta una amortiguación más dura que hace al coche más eficaz y unos discos de freno más grandes de medidas 320 mm delante y 280 mm detrás. De serie lleva unas llantas de 18 pulgadas y la medida de sus neumáticos es de 225/40.
En cuanto a su interior, tal y como podemos apreciar en la imagen es idéntico al de los otros Mazda 3 salvo por detalles como las siglas MPS que están incrustadas en el cuentarrevoluciones, también un indicador de la presión de soplado del turbo, volante y pomo del cambio con costuras en rojo, pedales de aluminio con tacos de goma para un mejor agarre y unos asientos más deportivos. Otras opciones que nos encontramos en su interior es el MPS que ofrece una habitabilidad normal para su tamaño exterior y su maletero queda ligeramente por debajo de la media de lo que ofrecen coches de su mismo tamaño, unos 340 litros de capacidad.
Hablando de su motor, debajo de su capó alberga un propulsor gasolina 2.3 litros turbo de 260 CV que ya llevaba la primera generación de este compacto que estuvo a la venta de 2004 a 2008. Con esta mecánica consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos y su consumo medio se sitúa en los 9,2 l/100 km.
Su precio arranca a partir de los 27.500 euros.
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