Como ya sabeis la obligatoriedad de equipar los vehículos con ESP formaba parte de un amplio paquete de medidas que adoptó en su día la propia Comisión Europea para mejorar la seguridad vial en las carreteras europeas.
A partir de haber tomado esa decisión, podemos comprobar como ya en el año 2010, el 41 por ciento de todos los turismos y vehículos industriales ligeros fabricados ya estaban equipados con este sistema de seguridad, y en toda Europa ese porcentaje fue incluso superior ya que llegó a alcanzar hasta el 63 por ciento del total de las nuevas matriculaciones.
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