lunes, 22 de noviembre de 2010

Nissan GT-R

Parece ser que los ambiciosos proyectos de la firma han dado buenos resultados, ya que desde la puesta en marcha de este superdeportivo ha ido fraguando siempre teniendo en cuenta de entre sus principales objetivos la estabilidad y la penetración aerodinámica.



Estos objetivos se han cumplido sin dejar de lado el placer de la conducción, y el equilibrio de las prestaciones con el respeto al medio ambiente y la seguridad. Como podeis ver son muchas las condiciones que se propuso la propia firma, que en un principio son fáciles de decir pero que realmente son difíciles de alcanzar, no obstante, todo se ha conseguido con el tiempo a base de numerosas pruebas en las condiciones más exigentes.


Nissan siempre ha buscado para este superdeportivo una buena efectividad, y no sólo por su diseño sino también por su construcción. De forma increíble su ensamblado se realiza mediante un proceso de alta precisión en el que los distintos elementos de acero, aluminio y fibra de carbono son incluso sometidos a pruebas de vibración. Por otro lado, los motores y las cajas de cambios se montan individualmente por un sólo especialista en una habitación limpia, de esta forma cada unidad se construye con una atención artesanal, a la vez que se somete a una serie de pruebas técnicas que garantizan el correcto funcionamiento de todos sus componentes.


En su habitáculo tal y como podemos ver en la imagen, muestra todo un diseño deportivo, sin perder en ningún momento de vista el carácter funcional, con una ergonomía especialmente cuidada y un enfoque claro hacia el disfrute del conductor. En el centro del cuadro de instrumentos dispone de una palanquita que permite seleccionar el ajuste del cambio, la amortiguación y el control de estabilidad, según se busque un comportamiento confortable, normal o de máximo rendimiento. Como pequeña anécdota, debeis saber que dispone de un medidor de fuerza centrífuga el cual nos indica el valor "G" que se llega alcanzar en las curvas.

Su carrocería está formada por piezas de acero, aluminio y fibra de carbono, dispuestas para conseguir una elevada rigidez y un peso contenido. Sus formas independientemente de la apreciación estética, consiguen una excelente penetración aerodinámica y una elevada fuerza de sustentación al suelo.


En cuanto a su motor, tal y como podeis apreciar en la imagen, se trata de un V6 de 3.8 litros alimentado con un turbocompresor doble con el que consigue desarrollar una potencia de 480 CV a 6.400 rpm y un par de 588 Nm entre las 3.200 y 5.200 rpm. Su caja de cambios es de seis velocidades con embrague doble que se maneja mediante palancas tras el volante, y está colocada en disposición transaxle sobre el eje trasero, favoreciendo un reparto de pesos muy equilibrado.

Su suspensión está muy elaborada y se complementa con un sistema de amortiguación inteligente Bilstein DampTronic que se adapta a las condiciones de conducción. Sus frenos están dotados de unos discos Brembo perforados flotantes con pinzas de seis pistones delante y de cuatro detrás. Sus neumáticos son capaces de mantenerse correctos durante 80 km a una velocidad de 80 km/h tras un pinchazo.



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