viernes, 26 de noviembre de 2010

Infiniti FX50 S

Hasta ahora todo apuntaba a que los todoterreno salvo alguna excepción tenían de alguna forma colgado el cartel de coto privado para los fabricantes premium alemanes, y no es así, prueba de ello lo tenemos con modelos como este que dan nuevos aires frescos.



Tal y como podemos ver en la imagen es un coche que cautiva a simple vista y que nos permitirá de alguna forma diferenciarnos de esa gran masa de conductores que ya poseen un SUV alemán. Lejos de mostrar una apariencia en exceso voluminosa, su línea conjuga también proporciones deportivas, prueba de ello son la gran distancia entre ejes, sus cortos voladizos, su capó largo y la caída del techo en la zaga.


Del mismo modo que algunos modelos de alta gama se distingue por sus cuatro ruedas directrices, también por una ayuda especialmente apreciable por la estabilidad aportada a los cambios de carril en autopista. Su dirección es muy factible por su tacto que es directo y preciso, y los frenos se muestran incansables ante cualquier trabajo intenso, poniendo de esta manera el listón muy alto por su singularidad, prestaciones, comportamiento, tecnología y equipamiento.


En su interior sobresale un diseño moderno materializado sobre plásticos de gran calidad y está provisto de un sin fin de elementos prestos a garantizar la mayor comodidad y la plena integración del conductor y sus acompañantes. Sus asientos son de cuero, deportivos, con regulación eléctrica, nos ofrece soportes laterales neumáticos para modificar la sujeción lateral y un novedoso sistema que ajusta la posición del volante y los retrovisores sin movernos en marcha del asiento. También ofrece de serie un completo sistema de ayuda para aparcar que nos ofrece en la pantalla de 8 pulgadas una vista cenital del coche y sus alrededores con las imágenes captadas por cuatro cámaras de video. Para garantizar la mejor estancia a bordo, ofrece control de crucero activo con funciones precolisión, navegador DVD, faros bixenón adaptativos, acceso y arranque sin llave, entre otros tantos más.

La firma ha coronado su gama FX con un propulsor atmosférico que va sobrado para conseguir unas prestaciones y un consumo tremendos. Empuja pleno de energía desde prácticamente el régimen de ralentí y acompaña su exhibición de fuerza con el excitante sonido de sus escapes. Su dinámica de marcha se ve reforzada por la ligereza del conjunto ya que algunos componentes de la carrocería son de aluminio, y un cambio secuencial con levas fijas en el volante, de transiciones rápidas y casi imperceptibles.

Finalmente, su motor es un V8 gasolina de 5 litros cuya distribución es variable con cuatro válvulas por cilindro, con inyección secuencial y admisión variable, el cual cosigue desarrollar 390 CV a 6.500 rpm y un par máximo de 500 Nm a 4.400 rpm. Consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos y su velocidad máxima se sitúa en los 249 km/h, todo ello asociado a una caja de cambios automática de 7 velocidades. Sus emisiones de CO2 son de 310 gr/km y su consumo va desde los 13 litros en autovía hasta los 17 litros en ciudad, su depósito ofrece una capacidad de 90 litros.

Su peso es de 2.120 kg, su longitud es de 4.870 mm, su anchura 1.930 mm, su altura es de 1.680 mm. Su precio está alrededor de los 77.000 euros.















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