jueves, 25 de noviembre de 2010

Rolls Royce Corniche

Si nos remontamos algunas décadas atrás reviviremos de nuevo el nacimiento de este modelo que en sus días era toda una variante deportiva. Es modelo concretamente se fabricó en las instalaciones de Mulliner Park Ward de Londres en versiones cupé y convertible, estamos hablando entre los años 1971 y 1996.



Hay quien cree que este vehículo fue el primer modelo del fabricante que en aquellos tiempos Rolls Royce y Bentley eran del mismo propietario que utilizaban el nombre de Corniche, y no es así, ya que el primer modelo fue un prototipo de 1939 sobre la base de Bentley Mark V, aunque por desgracia dicho coche nunca se llegó a fabricar por culpa de la maldita Segunda Guerra Mundial.


Más adelante, en el año 1986 salió el Corniche 2 que sufrió algunos ligeros cambios estéticos. Entonces se sustituyeron los paragolpes de acero cromado por unos de goma, también desaparecieron las rejillas frontales de aireación y se adoptó un nuevo radiador de aluminio y un radiador de aceite. Entonces sus frenos disponían por primera de ABS y se mejoró el diseño interior con nuevos asientos y la consola central. Estos cambios se aplicaron a la versión convertible porque el cupé había desaparecido de catalogo.


El Corniche 3 hizo su aparición en 1989 y llego con otros cambios como la adopción de airbags y alguna pequeña modificación en el diseño de la zona del salpicadero. Finalmente, en 1993 aparece la última versión denominada Corniche 4, que fue el único fabricado de Crewe ya que Mulliner Park Ward había cerrado sus puertas. Los cambios más importantes en esta versión afectaron a la capota que pasó a disponer de luna trasera de cristal en lugar de plástico, y estaba totalmente automatizada, ya que anteriormente era necesario cerrar manualmente los pestillos de seguridad del mecanismo.

El nombre de Corniche reapareció fugazmente en el año 2000, aunque sólo se fabricó durante dos años como una variante convertible del Silver Seraph, pero este coche es completamente distinto a los que hemos mencionado, que si suponían toda una evolución en sus días.

Hablando de su motor, debajo de su capó alberga un V8 de 6.7 litros fabricado integramente en aluminio y con camisas de acero en los cilindros. Aunque su potencia no se anunciaba entonces de forma oficial se estima que era cercana a los 200 CV en su primera versión que estaba dotada de dos carburadores SU o un carburador Sólex de cuádruple cuerpo desde 1975, y unos 225 CV en las posteriores generaciones, a partir de 1980, con inyección Bosch. Todos contaban con frenos de disco en las cuatro ruedas ventilados desde 1972 y con suspensión independiente que disponían de un sistema hidraúlico autonivelante en la parte trasera con patente Citroën.

Esta mecánica estaba asociada a una caja de cambios automática de tres velocidades de origen General Motors denominada Turbo Hydramatic 400. No fue el único vehículo que hizo uso de este extraño cambio ya que también lo montaba el primer modelo de Ferrari con cambio automático opcional, el 400 GT.

No cabe duda que el Corniche a sido uno de los modelos más señoriales de la última época como independiente. Como dato curioso, en los años 90 este coche llegó a costar 60 millones de las antiguas pesetas (360.000 euros actuales).















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