En un principio si el motor lleva cadena debería durar toda la vida aunque no cuesta nada hacerle alguna pequeña revisión y realizar un mantenimiento básico, por otro lado si el motor lleva correa lo más aconsejable es sustituirla cada 120.000 km de media. No tiene porque averiarse, pero hay que reconocer que si lo hace resultará una operación de mantenimiento importante. Si por mala fortuna del destino se nos rompiera, lo mínimo que nos puede pasar es que el motor deje de realizar su función y no arranque, pero por regla general conlleva una seria averia cuya reparación puede oscilar cerca de los 2.000 euros. La correa normalmente también se deteriora con el paso del tiempo, por esa misma razón si recorreis pocos kilómetros con el coche siempre es aconsejable sustituirla antes de que alcance su kilometraje.
Otra de las piezas de nuestro coche que también sufre bastantes averias es el inyector, cuya función es la de introducir el combustible en los cilindros, esta pieza se utiliza tanto en motores diésel como en gasolina, pero hay que reconocer que los de los motores diésel son bastante más delicados que los de gasolina y esto se debe sencillamente porque trabajan a una presión muy superior, y por ese mismo motivo son los que más fallan. Suelen durar toda la vida y su avería se produce cuando se obstruye o pierde presión, en el caso de averiarse notaremos como falla el motor y al mismo tiempo perderemos rendimiento. Un pequeño consejo para evitar este tipo de contratiempos, con sustituir el filtro de combustible sobre los 30.000 kms en un principio no tendría porque darnos sorpresas.
Vamos a ver ahora el turbo, como sabeis este elemento mecánico emplea la fuerza que generan los propios gases de escape al salir del motor para introducir, a través de una turbina, aire fresco a presión en el interior del motor aumentando así su rendimiento. Hay que reconocer que se ha concertido con el tiempo en un sistema muy común en los diésel y se está implantando cada vez más en los gasolina. Su pronóstico de vida es muy largo y suele averiarse porque se genera carbonilla en el interior de su mecanismo, esto finalmente termina por romperlo. Si finalmente termina averiándose el motor perderá gran parte de su rendimiento y no podremos continuar la marcha. Para evitar este tipo de contratiempos con el turbo, es aconsejable que mantengais el coche a ralentí durante un minuto despues de haber realizado un trayecto largo por carretera, de esta forma evitaremos que se forme carbonilla en los ejes de la turbina.
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