viernes, 18 de febrero de 2011

Mazda CX-7

Este todoterreno fue desarrollado a partir del modelo MX-Crossport y tras varios retoques posteriores, finalmente su fabricante lo enseñó por primera vez en el Salón de los Angeles del año 2006. No obstante y tal y como estaba previsto, en mayo de ese mismo año ya llegaron las primeras unidades a los concesionarios de EE.UU. En Europa su comercialización empezó en agosto de 2007 y durante esa espera este modelo recibió varios retoques.


Tal y como se ha podido comprobar, este modelo se ha tenido que adaptar de alguna forma al gusto europeo, y sus cambios han sido bastante numerosos y conciernen especialmente a su estructura monocasco la cual ha sido reforzada, y su tren de rodaje ahora dispone de cambio manual, amortiguadores más firmes y neumáticos específicos.


No cabe duda que su frontal es totalmente típico de Mazda, el cual dispone de una gran boca de admisión de aire bajo el parachoques y pasos de ruedas ensanchados y muy marcados. Su línea de cintura más bien elevada y sus grandes neumáticos le otorgan todo un aspecto musculoso y deportivo, e incluso llega a presumir de estar a la altura de los coches de lujo.


En su interior tal y como podemos apreciar en la imagen, combina la identidad de un deportivo con el espacio y la funcionalidad de un monovolumen, donde llama especialmente la atención la tapicería de piel que cubre todo el habitáculo. Su panel de instrumentos está cubierto por una larga pestaña que recorre todo el salpicadero, mientras que el cuadro de instrumentos lo presiden tres grandes relojes iluminados en rojo que enfatizan la deportividad. El acabado y el tacto de los materiales ofrecen la calidad propia de una berlina de lujo. El equipamiento es abundante, destacando el sistema de iluminación con faros bixenón y un soberbio equipo de música.

Podríamos decir que este modelo sobresale especialmente por su agilidad en zonas lentas, con curvas cerradas y frecuentes tramos de aceleración y frenado, donde su cambio deportivo y buen escalonamiento de marchas marcan la diferencia. Por otro lado, en caminos de tierra debeis saber que se encuentra bastante limitado especialmente por su escasa altura libre y el mínimo recorrido de la suspensión trasera, que nos llevará a arrastrar los bajos por el suelo y abortar cualquier aventura lejos de pistas en buen estado.

A lo que su aspecto técnico se refiere, este modelo está fabricado en Hiroshima (Japón), y su carrocería monocasco de chapa de acero descansa sobre montantes McPherson y un moderno conjunto multibrazo, muy compacto para robar espacio al maletero. El potente propulsor MZR 2.3 Disi Turbo de cuatro cilindros en línea y fundido enteramente en aleación ligera, incorpora doble árbol de levas con calado variable, movido por la cadena de distribución. La gasolina se pulveriza directamente en las cámaras de combustión y resulta fundamental el soplido del turbo y un enorme intercooler sobre la culata. En el 2008 recibía un propulsor turbodiesel. 

Su tracción es permanente al eje delantero, con un acoplamiento electromagnético ubicado junto al diferencial trasero, que envía par a las ruedas posteriores en caso necesario, gracias a distintos sensores. Dispone de controles electrónicos de tracción y estabilidad y servofreno de emergencia.

En cuanto a su motor, el 2.3 litros Turbo de cuatro cilindros en línea desarrolla una potencia de 260 CV a 5.500 rpm y un par de 380 Nm a 3.000 rpm. Con todo ello consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 8 segundos y su velocidad máxima se sitúa en los 210 km/h.

Sus dimensiones son de 4.680 mm de longitud, 1.870 mm de anchura y 1.645 mm de altura. Su batalla alcanza los 2.750 mm y su peso es de 1.770 kg.

Su precio es aproximadamente de 37.000 euros.








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