Para que entendamos su funcionamiento, Bridgestone nos explica que esta tecnología se basa en un concepto denominado Detección de Información del Área de Contacto (CAIS), que es capaz de detectar de forma instantánea los datos de entrada de vibración y digitalizarlos en el equipo de análisis del coche.
Tanto es así que este nuevo sistema clasifica el estado actual de la superficie de la carretera hasta en siete categorías (seco, semi-seco, mojado, nieve fundente, nieve fresca, nieve compacta y hielo) y transmite esta información al conductor a través de un dispositivo instalado en el coche. De ese modo, el propio conductor estará siempre preparado para cambios rápidos en condiciones de conducción peligrosas, tales como hielo, lluvia o nieve.
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