Lo que si está claro es que para desarrollar una nueva tecnología no hay nada mejor que someterla a su uso real, y tanto es así que todos estos coches se encuentran rodando en la actualidad y todos ellos están totalmente monitorizados, de esta forma pueden enviar datos en todo momento sobre su funcionamiento para de esta forma los propios ingenieros de Opel puedan seguir evolucionando la tecnología de estos vehículos.
Según nos consta, cabe destacar que la pila de combustible actualmente tiene un coste de producción muy elevado, debido especialmente al uso de platino en su interior, no obstante, se prevé que se pueda abaratar en función de como evolucione la técnica. De todos modos se ha logrado disminuir en parte la cantidad necesaria, pasando en términos de precio de los 3.000 euros actuales a los 300 euros en el futuro, hablando de una equivalencia de 5 ó 10 g.
Otro pequeño inconveniente en este tipo de tecnología está en la extracción del hidrógeno de forma no contaminante, y lo ideal en esta ocasión sería aprovechar energía renovable para la extracción del mismo, por ejemplo el agua, ya que el hidrógeno comprimido ocupa poco volumen y puede ser transportado del mismo modo que otro tipo de combustible.
También existen otro tipo de ventajas como por ejemplo; que son suficientes tres minutos para llenar el tanque a la hora de repostar. En la cuarta generación del Hidrogen4 se ha conseguido que funcione con temperaturas de hasta -25º C y por encima de 40º C, sin olvidarnos que la pila de combustible, lo único que tiene que hace es transformar el hifrógeno en energía eléctrica.
De todas formas, lo que realmente mueve este vehículo es un motor eléctrico con energía procedente de unas baterías en las que se acumula la electricidad producida, y su conducción es bastante similar a la de otros modelos eléctricos, eso sí, sus prestaciones son algo inferiores que las ofrece por ejemplo su hermano el Opel Ampera, pero estamos seguros que se igualarán ya que de momento sigue siendo sólo un coche de pruebas.
De momento la autonomía que ofrece es de 320 kilómetros, y según declara su fabricante, en el futuro es previsible que se logren cifras de autonomía que puedan llegan a los 1.000 kilómetros en un coche de pila de combustible. Con su propulsor eléctrico de unos 100 CV consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 12 segundos y su velocidad máxima se sitúa en los 160 km/h.
Como hemos indicado al principio, en 2015 verá la luz la quinta generación de este coche, ahora sólo podemos esperar para comprobar hasta donde podrá llegar toda esta tecnología.
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