miércoles, 2 de noviembre de 2011

¿Que está pasando con los motores V10?

En esta ocasión y por todo lo que está aconteciendo, está claro que la moda del downsizing está arrasando y se ha convertido en toda una tendencia cuya finalidad es la de disminiur la cilindrada unitaria en busca de reducir las emisiones, pero esto en un principio no debería de afectar a los grandes motores, y marcas como por ejemplo Audi y BMW ya tienen previsto eliminar de cara el futuro sus grandes bloques de 12 cilindros.


No obstante hoy queremos hacer un especial resumen sobre los motores V10 de los que hace tiempo no hablamos de ellos y que bien se merecen un espacio es nuestro blog. En un principio, debeis saber que para muchos es precisamente el motor más equilibrado de los más potentes que existen hoy día y ofrece la mejor regularidad cíclida, eso sí sólo está destinado a coches muy exclusivos y potentes (como el R8 que podemos ver en la imagen).

Y es que si nos paramos a analizar, en estos momentos entre los fabricantes europeos sólo el grupo VAG lo utiliza en dos de sus superdeportivos, el R8 que hemos mencionado y el Lamborghini Gallardo, también la marca artesanal británica Bristol lo monta en sus vehículos.

Por otro lado, hay que recordar que el BMW M5 también montaba un bloque V10 a 90º con 5 litros de cilindrada, también el Audi RS6 utilizaba un V10 que en este caso era un 5 litros y alimentado por dos turbocompresores para alcanzar la cifra récord en la marca con 580 CV, pero también es seguro que la versión RS de la nueva generación del A6 ya ha visto reducido el número de cilindros.

Repasando nuestros datos, comprobamos que del catálogo actual ha desaparecido el V10 TDi del Volkswagen Touareg, el cual ha sido sustituido en la nueva generación de este SUV por un V8 TDi de 4.2 litros con 340 CV de potencia. El V10 TDi de 5 litros alimentado por dos turbos y de bomba-inyector, como todos los TDi de entonces ofrecía una potencia de 313 CV.

Cabe destacar que el 5.2 litros V10 atmosférico que estrenó en su día el Gallardo rinde en su máxima evolución una potencia de 570 CV, mientras que en el R8 alcanza los 525 CV y en la versión GT 560 CV, en cualquier caso estamos hablando de entorno a los 101 CV de potencia por litro. Los cilindros disponen de un orden de encendido diferente, de dos en dos, con una carrera muy larga, siendo capaz de girar por encima de las 8.000 rpm, ofreciendo una curva de par muy homogénea a cualquier régimen y con una entrega constante. El sistema de lubricación es por cárter seco, el cual garantiza el suministro de aceite en cualquier situación, incluso con la aceleración transversal máxima.

Finalmente y aunque tengamos que desplazarnos hasta otro continente, podemos comprobar como el Dodge Viper SRT-10 que es uno de los deportivos más carismáticos fabricados en Norteamérica en los últimos años, cuenta también con un V10 a 90º de 8.4 litros que ofrece una potencia de 612 CV, y se está especulando que este mismo bloque moverá la versión más radical del Challenger, que es un remate del antiguo muscle car de Dodge y que aprovechará este bloque para poner la frontera de su máxima potencia en torno a los 600 CV. 
 

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