Hablando en términos generales, el motor rotativo denominado Wankel (del que podemos ver una parte en la imagen), es un propulsor de combustión interna que funciona de una manera completamente diferente a los que estamos normalmente acostumbrados a ver.
Entrándonos en su estructura, debeis saber que el cilindro tiene una forma elipsoidal y el pistón es una especie de triángulo con los lados curvos que realiza un giro de centro variable que se comunica con un cigüeñal mediante un piñón con una corona dentada hueca. Debemos tener muy claro que al girar el pistón triangular en el interior del cilindro uno de los vértices del pistón libera el colector de admisión; sigue girando y llega la fase de máxima compresión. Es en ese mismo momento cuando se inyecta el combustible y seguidamente llega la fase de explosión, al seguir girando el vértice expulsa los gases por el colector correspondiente.
También es cierto que las ventajas de este tipo de motor es que presenta menos piezas móviles, y por tanto resulta siempre más suave en su funcionamiento, ya que vibra menos, es más ligero y ofrece buenos valores de potencia, aunque no tanto de par máximo.
En su contra, podemos decir que en un motor rotativo siempre es más dificil mantener la estanqueidad de los segmentos por lo que suele aumentar el consumo de aceite, y por ese mismo motivo siempre son más contaminantes.
Finalmente, debeis saber que después de un largo periodo de uso de este tipo de mecánicas, poco a poco fue desapareciendo, y recopilando datos antiguos de nuestro particular historial, hemos podido comprobar que Mazda por ejemplo fue una de las marcas más activas con este tipo de tecnología, que por cierto, hay que destacar que gracias a este mecánica esta firma consiguió bastantes triunfos en el mundo de la competición.
2 comentarios:
muy buena la explicaciòn
Saludos amigo,
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