La clave: la turbina TREV
Para conseguir una cifra tan alta de autonomía, en Techrules han desarrollado un motor híbrido enchufable que equipa una micro turbina inspirada en las que se utilizan en la aeronáutica y la generación de energía a gran escala. Su funcionamiento según el comunicado es el siguiente: el aire que entra en la micro turbina pasa por un intercambiador de calor donde el temperatura del aire de escape se transfiere al aire de admisión frío y comprimido.
La ignición de la mezcla de combustible y aire comprimido y calentado, genera una enorme energía que se canaliza a velocidades muy altas para girar los álabes de la turbina. Cuando es expulsado, este gas de escape caliente, pasa a través del intercambiador de calor para asegurar que la recuperación de la energía térmica se recupera y se transfiere de nuevo al aire de admisión frío.
Estas micro turbinas son más eficientes que los motores de combustión ya que no tienen tanta pérdida de energía por fricción, lo que repercute en un mayor aprovechamiento del combustible utilizado. Además, cuenta con un cojinete de aire, en vez de mecánico, para separar el eje de rodamiento, que también termina repercutiendo en una mejor fricción. Y desde la marca prometen que tendrá un mantenimiento casi nulo, sólo habría que cambiar el filtro de entrada de aire.
Toda la potencia generada por las turbinas (36 kW) pasa a un generador (ambos comparten eje) que da electricidad a las baterías (tres células cilíndricas de litio, magnesio y oxido). El peso total del conjunto TREV (microturbina, inversores, bombas de combustible, bombas de aire, y el generador, pero sin incluir las pilas y motores) es de unos 100 kg y según Techrules es muy económico de producir.
Otro de los puntos fuertes del sistema TREV es que puede adaptarse a diferentes combustibles según el país donde se venda el coche. Así podría ser recargado con gas natural, biogás, gasolina, gasóleo y queroseno de aviación.
Estas micro turbinas son más eficientes que los motores de combustión ya que no tienen tanta pérdida de energía por fricción, lo que repercute en un mayor aprovechamiento del combustible utilizado. Además, cuenta con un cojinete de aire, en vez de mecánico, para separar el eje de rodamiento, que también termina repercutiendo en una mejor fricción. Y desde la marca prometen que tendrá un mantenimiento casi nulo, sólo habría que cambiar el filtro de entrada de aire.
Toda la potencia generada por las turbinas (36 kW) pasa a un generador (ambos comparten eje) que da electricidad a las baterías (tres células cilíndricas de litio, magnesio y oxido). El peso total del conjunto TREV (microturbina, inversores, bombas de combustible, bombas de aire, y el generador, pero sin incluir las pilas y motores) es de unos 100 kg y según Techrules es muy económico de producir.
Otro de los puntos fuertes del sistema TREV es que puede adaptarse a diferentes combustibles según el país donde se venda el coche. Así podría ser recargado con gas natural, biogás, gasolina, gasóleo y queroseno de aviación.
La aplicación práctica
Viendo el primer comunicado a modo de "teaser" creíamos que Techrules iba a presentar sólo un motor eléctrico, pero han ido más allá exhibiendo en el salón suizo dos modelos que equipan la novedosa tecnología, el GT96 (casi como el Toyota GT86) y el AT96, con configuración de motor central (por detrás de las plazas traseras y antes del eje).
El Techrules AT96 tiene este nombre porque se inspira en una turbina de aviación. Está preparado para funcionar con combustibles líquidos como queroseno de aviación, diesel o gasolina. Su diseño es simple, destacando un gran alerón en su parte trasera. En cuanto al Techrules GT96, es más un deportivo de "calle" preparado para funcionar con gas natural o biogás.
Durante las primeras pruebas que han realizado en el circuito inglés de Silverstone, el AT96 con sus 768 kW (1.044 CV) y su par máximo de 8.600 Nm (combinando todos los motores) ha conseguido una aceleración hasta 100 km/h en 2,5 segundos con una velocidad máxima de 350 km/h, limitada electrónicamente.
Según datos que maneja la marca, el consumo con una carga completa proporcionada por el sistema TREV es de 4,8 litros a los 100 km. Además quieren llegar a reducir el peso total por debajo de los 1.000 kg (ahora es de 1.380 kg).
Los seis motores eléctricos que combina el AT96 tienen diferentes potencias para lograr una configuración ideal del par en cada momento. Una unidad de gestión electrónico lo controla para ofrecer la máxima estabilidad en curvas a alta velocidad, eliminando piezas como los diferenciales mecánicos.
La idea que tiene Techrules con estos deportivos es producirlos y venderlos a pequeña escala para conseguir dinero que permita seguir desarrollando el sistema TREV y llevarlo posteriormente a coches de gran producción de segmentos más pequeños como utilitarios y compactos. Veremos si consiguen que este sistema triunfe.
Via - auto10.com
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