En esta ocasión y atendiendo a la petición que nos ha echo llegar un buen amigo de nuestro blog de coches, en la que nos dice que le gustaría conocer hasta el más mínimo detalle de la función que realizan los frenos regenerativos.
Para empezar y a pesar de que su desarrollo data desde hace ya muchos años, hemos comenzado a saber de ellos con la inminente llegada de los coches híbridos. Posteriormente también se han convertido en un uso común en los eléctricos y últimamente este tipo de frenos regenerativos se utilizan también en vehículos térmicos convencionales.
Entrando un poco más en materia, lo que si es cierto es que la principal función de este mecanismo es crear electricidad a partir de la energía cinética que se produce al frenar. La fricción que se produce al frenar se transforma en calor, y el principal objetivo es el de recuperar esa energía que se perdería si más y transformarla en electricidad. En el caso de los frenos regenerativos es el propio motor eléctrico el que asiste en el frenado y que es el actúa como generador, no obstante, hay que dejar bien claro que también se monta el sistema de frenado convencional que todos conocemos.
Dicho esto, el freno eléctrico por lo tanto realiza el trabajo a la inversa, haciendo él de generador, ya que absorbe la energía cinética y la convierte en electricidad la cual es almacenada en una batería. El freno regenerativo no deja de ser un freno motor, sólo que en este caso actúa a la inversa y es capaz de crear electricidad. En los vehículos eléctricos o híbridos esa energía se utiliza posteriormente para alimentar al motor eléctrico que genera la energía para moverlos.
Finalmente, en un vehículo convencional con motor de combustión la energía acumulada no se utiliza para desplazar al coche, sino que sirve de apoyo para otras funciones del sistema eléctrico como por ejemplo; la climatización, el equipo de sonido, etc... liberando de este modo al propio propulsor y con ello se reduce también el consumo.
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